Voy a ser sincera: empecé a escribir este post por una razón muy clara, y es que me desesperaba (y desespera) ver a ciertas personas asegurar que los hombres, sin excepción alguna, por el simple hecho de ser hombres, son opresores. Además, se considera que los hombres tienen todos los privilegios derivados del patriarcado. Todos los beneficios y ninguno de los perjucios.
Sin embargo, mi opinión personal, un poco motivada por mis conocimientos profesionales – supongo -, me hacía pensar que no todo podían ser ventajas y que el patriarcado también afecta a los hombres, aunque tal vez de maneras más sutiles. Esto era todo una opinión personal, claro. Hasta que decidí descubrir qué tenía que decir la investigación realizada al respecto. Tal vez yo estaba equivocada. Tal vez no. Pero al menos tendría argumentos en los que basarme y no solo palabras más o menos bonitas.
¿Qué es el patriarcado?
Como en todo, aquí también hay que empezar por el principio. Empecemos con una definición de patriarcardo.
La palabra patriarcado ha ido redefiniéndose con el paso de los años, especialmente en las dos últimas décadas. Originalmente, se utilizaba para expresar el poder de los padres como cabezas de familia. Hacia 1960, los movimientos feministas comenzaron a utilizar esta palabra para definir la organización sistemática de la supremacía masculina y la subordinación femenina. (Kramarae, 1992; Stacey, 1993). El patriarcado se define como un sistema de autoridad masculina que oprime a las mujeres a través de instituciones sociales, políticas y económicas (Asiyanbola, 2005).
O, según Wikipedia: «una situación de distribución desigual del poder entre hombres y mujeres en la cual los varones tendrían preeminencia en uno o varios aspectos, tales como la determinación de las líneas de descendencia, los derechos de primogenitura, la autonomía personal en las relaciones sociales, la participación en el espacio público ―político o religioso― o la atribución de estatus a las distintas ocupaciones de hombres y mujeres determinadas por la división sexual del trabajo».
Este patriarcado se ve sujeto a la imagen de masculinidad y feminidad de la que disponemos. Yo quiero centrarme en la masculinidad, que es la que se considera opresora y la que, según mi hipótesis, también conlleva ciertos aspectos negativos para los hombres.
Según múltiples estudios, la masculinidad no es tanto una categoría biológica como un constructo social susceptible al cambio, que se define en relación a lo que es considerado femenino y que depende del espacio o lugar en el que cada uno se encuentra. Es decir, las masculinidad se define en base a las creencias y cultura de cada territorio (Short, 1996).
En este sentido, Maria Castañeda, en un estudio de 2002, indica que hay una tupida red de creencias, actitudes y conductas con la que nos atrapa el machismo. Entre esas creencias se encuentra la de la contraposición entre los masculino y lo femenino, según la cual masculinidad y feminidad no solo son diferentes, sino excluyentes. Según esta autora: “el enemigo a vencer no es la masculinidad sino cierta definición de la masculinidad y, por ende, de la feminidad”.
El problema no es el hombre sino la oposición radical entre lo masculino y lo que es femenino, que daña por igual tanto a hombres, como a mujeres y, por supuesto, a niñas y niños.
¿Cómo se representa tradicionalmente la masculinidad y a los hombres?
Pero, ¿cuál es la imagen que se da de la masculinidad? ¿Cómo debe ser un hombre que funcione con arreglo a lo que la sociedad considera que es masculino?
Algunos autores, como Courtenay (2000), indican que:
Un hombre que actúa correctamente con arreglo a su género debe estar poco preocupado por su salud y por su bienestar general. Simplemente, debe verse más fuerte, tanto física como emocionalmente, que la mayoría de las mujeres. Debe pensar en sí mismo como en un ser independiente, que no necesita del cuidado de los demás. Es poco probable que pida ayuda a otras personas. Debe estar mucho tiempo en el mundo, lejos de su hogar. La estimulación intensa y activa de sus sentidos debe ser algo de lo que termine por depender. Debe hacer frente al peligro sin miedo, asumir riesgos a menudo y preocuparse poco por su propia seguridad.
En este sentido, la publicidad da una imagen muy clara de cómo es y debe ser el hombre actual. Rey (1994) y Lomas y Arconada (2002) nos indican que escasean las investigaciones que estudien específicamente cómo se representa a los hombres en la publicidad. Sin embargo, en los existentes, se percibe que todavía existe una vigencia de una imagen hegemónica de la masculinidad: con conciencia de superioridad masculina, heterosexualidad, homofobia, misogninia, agresividad como reflejo del poder, indiferencia hacia lo “femenino”, etc.
¿Qué consecuencias tiene esto para los hombres?
Esta imagen de lo que es la masculinidad y “ser un hombre” lleva a privar a los hombres de sensibilidad, obligándolos a reprimir sus emociones, y conllevando dificultades en las manifestaciones de amor y ternura. Este comportamiento afecta a toda su vida (Camacaro y Abou Orm Saab, 2011). Estudios como los de Sabo (2000) indican que en países como Estados Unidos, la masculinidad hegemónica provoca que los jóvenes, por parecer fuertes, ignoren, por ejemplo, las normas de seguridad en el trabajo o conduzcan de manera arriesgada como muestra de valentía.
Además de las consecuencias ya mencionadas, la Organización Mundial de la Salud en 2005 indicaba que en el área del ejercicio de la sexualidad también se perciben los comportamientos asociados a riesgos. Por ejemplo, hay un índice más alto de mortalidad de los hombres debido a enfermedades de transmisión sexual.
Estudios como los de Keijzer (1997) revelan que ser hombre es un factor de riesgo para el alcoholismo, el tabaquismo e incluso el suicidio. Según este autor, esto puede estar relacionado con la dificultad masculina para enfrentar situaciones de derrota, de dolor, tristeza y soledad. Además, a esto se le agregaría la incapacidad para pedir ayuda, petición que supone debilidad y una situación de menor poder.
En relación con lo anteriormente indicado, según datos de Emakunde-Instituto Vasco de la Mujer, en el País Vasco más del 70% de las personas con problemas de drogas son hombres. Suponen, además, alrededor del 80% de las personas implicadas en accidentes de tráfico, y cerca del 70% de las personas que se suicidan.
En relación con esta alta tasa de mortalidad masculina, autores como Kruger, Fisher y Wright (2014) argumentan que un mayor empoderamiento de las mujeres – sé cuánto os gusta esa palabra, pero me vais a permitir la licencia – conllevaría una menor mortalidad masculina.
Al margen de esto, pero continuando con los aspectos negativos que la imagen de masculinidad puede tener en los hombres, en el informe de Emakunde se hace referencia, además, a la presión que sufren en el ámbito laboral por sentir que deben asumir el papel de proveedor principal. Además, este informe menciona la incomprensión y rechazo social que reciben los hombres que se salen de la norma social.
Una de las argumentaciones habituales para considerar a todos los hombres opresores es que ellos, por el hecho de ser hombres, disfrutan de ciertos privilegios. Si bien esto puede ser cierto, estos privilegios pueden conllevar consigo dolor, aislamiento y alienación. Los hombres podrían sufrir todo esto por la necesidad de suprimir sus emociones, necesidades, empatía o compasión, ya que son consideradas inconsistentes con el poder de la masculinidad (Kaufman, 1999).
En este sentido, debemos tener en cuenta que, en ocasiones, se cae en culpabilizar a individuos concretos de dinámicas sociales de las que son parte, pero que no conforman toda su identidad y que, en ocasiones, no han elegido. Es decir, los hombres son parte de un grupo social, igual que las mujeres, pero no definen toda su identidad (Young, 2000).
No os voy a engañar, la investigación -que ya os digo que no es mucha todavía- no aclara si los perjuicios que sufren los hombres son mayores que los beneficios o si, por el contrario, los beneficios siguen siendo tales, que superan a los perjuicios. Eso queda todavía por descubrir, pero lo que sí se sabe es que no todo son beneficios y que los privilegios también tienen su lado negativo. El patriarcado y los roles tradicionales no solo perjudican a las mujeres, sino también a los hombres.
Siempre he sido más de sumar que de restar. Estoy convencida de que no se trata de culpar a los hombres y echarlos de nuestra lucha -o de dejarlos mirando, calladitos en un rincón, en el mejor de los casos– sino de entender en qué formas ellos también sufren las consecuencias y unirnos para cambiarlo.
Así que, a mí nadie me va a bajar de esta burra, que ya le he cogido cariño, y seguiré diciendo que yo en esto soy más de Emma Watson y su “He for She”, que de polarizaciones y discusiones estériles que no nos llevan a ninguna parte. Los roles masculinos y femeninos pueden ser modificados, y esta es una tarea que podemos emprender todos –hombres y mujeres – juntos, porque seremos ambos los beneficiados.
David Prieto dice
Hola, Iria. Dices no estar segura de si los perjuicios que sufre un hombre por el hecho de serlo son mayores que los beneficios.
¿Puedes por favor especificarme qué beneficios recibo yo, como hombre, por el hecho de serlo?
Gracias.
Iria Reguera Vigo dice
Hola, David:
Respondiendo a tu pregunta: los hombres en una sociedad patriarcal tienen beneficios sociales, mejores salarios, acceso a mejores puestos de trabajo, mayor acceso a participación política, mayor acceso a puestos de alta relevancia, sufren menos riesgo de ser agredidos por su condición de hombres, la espera o aceptación de menores responsabilidades en el ámbito privado y familiar, etc.
David Prieto dice
Gracias, Iría.
Si el patriarcado me otorga beneficios en todos esos campos, ¿sin patriarcado perdería todos esos beneficios? Es decir, sin patriarcado…
1. ¿Yo pasaría a tener perjuicios sociales?
2. ¿Tendría peor salario que el actual y solo podría acceder a puestos de trabajo peores y de menos relevancia?
3. ¿Se me vetaría la participación política?
4. ¿Sufriría más riesgo de ser agredido que el que sufro ahora?
5. ¿Se me exigirían mayores responsabilidades que las actuales en el ámbito privado y familiar?
Me gustaría que me lo aclararas.
Iria Reguera Vigo dice
Hola, David:
No puedo responderte exactamente, porque eso sería un poco como jugar a adivinar. Pero la idea no es que perdáis vuestros beneficios o privilegios, sino que sean compartidos con las mujeres. ¿Perderíais privilegios? Sí, en tanto en cuanto tendrían que ser compartidos, y por tanto ya no serían privilegios. Pero no, la idea no es desfavorecer a unos para favorecer a otros, sino favorecer por igual. No sé si me he explicado.
David Prieto dice
Iria,
Si mis condiciones de vida no empearían sin patriarcado, necesariamente hay que entender que el patriarcado no ha mejorado mis condiciones de vida. Por lo cual no puede decirse que el patriarcado me haya concedido a mí ningún beneficio o privilegio, sino en todo caso que a ti te causa algunos perjuicios específicos que a mí no.
Decir que esos perjuicios femeninos constituyen un privilegio mío, es tan injusto y tan absurdo como si yo dijera que todos los perjuicios masculinos que has mencionado en tu post constituyen un privilegio femenino.
¿Te imaginas oír que tienes el privilegio de poder mostrar sensibilidad sin tener que reprimir tus emociones? ¿Que tu menor riesgo de morir por ETS, o conduciendo, o en el trabajo constituyen un privilegio? ¿Que el hecho de que el patriarcado te permita pedir ayuda en situaciones difíciles es un privilegio? ¿Que tu menor riesgo de alcoholismo, tabaquismo, drogadicción y suicidio (aparte de otros que te has dejado, como el de acabar en la mendicidad) son un privilegio?
¿Qué te parecería tener que oír que gozar de esos privilegios que a mí se me niegan te convierte (a ti y a todas las mujeres) en opresora?
¿Te generaría rechazo, igual que a mí me lo causa oír que los perjuicios femeninos me convierten en privilegiado y en opresor? ¿O aceptarías esas etiquetas igual que el feminismo espera que las aceptemos los hombres?
Sé sincera, por favor.
Jeronimo Duclos dice
«Si mis condiciones de vida no empearían sin patriarcado, necesariamente hay que entender que el patriarcado no ha mejorado mis condiciones de vida» Los privilegios en cuanto a genero no son cosas empiricas que mejoran tu calidad de vida que se «perderian» sin el patriarcado. Estas analizando mal el escenario. Sin patraircado vos no tendrias tus privilegios porque pasarian a ser derechos, no serian solo de un grupo selecto de personas sino universales. Por ende no empeorarian tus condiciones de vida (de hecho mejorarian en varios aspectos) sino que lograriamos una equidad de genero al, las mujeres y disidencias, conseguir esos derechos fundamentales que les faltan. Espero no necesites que los nombre.
Despues la lista de preguntas me parece un poco fuera de lugar y fuera de contexto, en un mundo con mutilacion genital, trafico de mujeres y paises donde no pueden vestir como quieren, esos «problemas» que vos marcas parecen un poco secundarios. Y solo quiero marcar que hay una increible feminizacion de la pobreza.
Jorge Luis dice
Discrepo en casi todos los puntos que comentas Iria;
– mejores salarios, acceso a mejores puestos de trabajo: ésto sencillamente no es cierto, habría que ver que estadísticas se utilizan, ya que determinados trabajos frecuentemente ocupados por hombres en sectores como la construcción, el metal, la minería o la madera tienen sus convenios que ciertamente suelen ser más valorados económicamente hablando (aunque también más duros y con mayores riesgos) que sectores frecuentemente ocupados por mujeres como: administración, secretaría, atención al cliente o limpieza, pero existen convenios y una mujer que trabaje en lo mismo que un hombre (produciendo igual cobrará lo mismo), en el sector privado los empresarios no se preocupan por el sexo de sus empleados sino por lo productivos que son. Y en el ámbito público ya por descontado que existen categorías salariales que nada tienen que ver con el sexo, así que dejar ya de quejaros de los sueldos que no es cierto tal cual se expone.
– mayor acceso a participación política, mayor acceso a puestos de alta relevancia: el hombre en el trabajo suele ser más ambicioso y constante, la mujer por el contrario está demostrado que suele coger más bajas y sobretodo antepone la familia y el hogar habitualmente, ésto supongo que va en nuestra naturaleza y hábitos sociales, pero al final hace que los hombres sean más persistentes en sus objetivos alcanzados cotas más altas, es una cuestión de causa efecto.
– sufren menos riesgo de ser agredidos por su condición de hombres: creo que aquí es justamente al revés, el 90% de los hombres evitará en la mayoría de los casos agredir físicamente a una mujer, sólo por el hecho de ser mujer. Hay muchos ejemplos, un altercado en la carretera entre dos vehículos, discusión en un bar, peleas de bandas, en discotecas etc. muchas veces provocados por mujeres eso sí, pero los que se van a romper la cara son hombres en el 90% de los casos.
– la espera o aceptación de menores responsabilidades en el ámbito privado y familiar: éste es el único punto en el que puedo estar más o menos de acuerdo, pero que puede ir relacionado con el punto de mayor implicación en el trabajo por parte de los hombres. Además, me resulta curioso que la mayor implicación en el trabajo lo valoréis como algo positivo y por supuesto del lado masculino, sin embargo la mayor implicación en el hogar lo véis como una imposición negativa a las mujeres, me resulta fruto de la envidia y la misandria de muchas mujeres. Que lástima.
Oscar David Guerrero dice
Jorge, solo falta hacer una revisión histórica juiciosa para observar las diferencias sustanciales que han existido entre los habitantes de las sociedades occidentales en razón del sistema sexo/género. Creo que debemos ser cuidadosos con nuestras aseveraciones en relación a los fenómenos políticos y económicos que no conocemos con profundidad. Te invito a que te documentes y hagas un estudio serio sobre el tema antes de plantear cosas como «el hombre en el trabajo suele ser más ambicioso y constante, la mujer por el contrario está demostrado que suele coger más bajas y sobretodo antepone la familia y el hogar habitualmente», que lo único que fomentan es sostener discursos de violencia.
Jorge Luis dice
Pero que violencia fomento? Llevo muchos años moviéndome por distintas empresas y ámbitos laborales y sé perfectamente de lo que hablo, vale más el conocimiento de la vida que los estudios sociales a los que te refieres. Ahora, que decirlo así pueda ofender a alguien pues lo siento, nunca he sabido adornar la realidad.
David González dice
Hola, en realidad mi respuesta va al comentario de José Luis pero no me deja responder directamente a él.
En primer lugar su experiencia y su visión de la realidad no puede ser un argumento en si mismo, al menos no más que la experiencia y la visión de la realidad de otras personas, me explico?, A no ser que tenga usted el privilegio de la vision universal de la realidad, idea que ya de por si planteada en una web Psicología es como mínimo chocante y arcaica.
En segundo lugar con investigaciones sociales pasa lo mismo que con la de los demás campos, los escépticos a estas o los que simplemente no se paran a entender la la deslegitiman, por otro lado estas técnicas son las que hacen los estudios de mercado de las empresas, herramientas primordiales del marketing, publicidad y comunicación.
Como es el tan sonado argumento del dinero desperdiciado en investigación espacial mientras usamos el móvil para encontrar una dirección vía GPS,
En cuanto a su brusquedad «no se adornar la realidad» es el reflejo claro de no saber discutir ni argumentar. Como me ocurre a mi, por ello disculpe mi brusquedad y lea Fiske.
Me gustó el punto de vista Iría.
Enhorabuena por el post y suerte en el estudio.
santi dice
Bueno, se puede sostener el argumento de Jorge, porque es verdad que si nos basamos en estadísticas actuales las mujeres por la cultura del patriarcado dan más importancia a sus hogares que a su trabajo. Esto no radica en la imposibilidad de una mujer de aspirar a ser presidenta o ejecutiva, abogada o cualquier carrera que decee hacer. Es una cuestión de estadística que todavía las mujeres prefieran seguir con la cultura patriarcal, que es heredada por nuestros antepasados tanto hombres, como mujeres. Por eso no nos podemos basar en estadísticas que simplemente sumen los salarios y los dividan por la cantidad de asalariados, NO. Nos tenemos que basar en estadísticas que comparen a hombres y mujeres de la misma área y especialidad, estadísticas que no hay en demasía como las otras mas defectuosas. Simplemente si vamos a comparar los salarios de hombres y mujeres médicos, comparemos los salarios de ellos en la misma especialidad. Si hay mas hombres en especialidades como cirujanos obviamente van a ganar más los hombres médicos que las mujeres medicas, que actualmente se decantan mas por las humanidades, como la pediatría. Por eso actualmente los estudios que habrás leído son defectuosos. La ultima pregunta es ¿Porque si el trabajo de una mujer se puede pagar menos no se contratan en todas las empresas a mujeres? En todas las áreas y especialidades? Brecha salarial no existe, y la discriminación en el trabajo actualmente y en occidente se da en tareas donde la mujer no puede producir tanto, como en talleres mecánicos precarios, industrias pesadas, agricultura, minería, y demás trabajos precarios y de gran fuerza física.
Mari Ángeles dice
Se te olvidan la prostitución y la pornografía, por ejemplo.
Mimi dice
Iria te comento sobre el post de ansiedad aqui porque no me deja hacerlo en el otro y siento la necesidad de.decirte Simplemente GRACIAS , gracias y mil gracias por haberte abierto y explicado tan bien y con tanto detalle…me identifico totalmente con todo lo que escribiste me alegra saber que hay más gente pasando lo mismo que yo y no estoy sola…. pfff que bien me hizo leerte super abrazo
Estelwen dice
Totalmente de acuerdo con este artículo, de la primera a la última palabra. Expresa perfectamente lo que yo opino acerca de esta cuestión. Me preocupa que últimamente se alcen tantas voces fanáticas que dicen ser feministas pero hablan de esta cuestión con tanta vehemencia como falta de sentido común. Y encima, es un lujo leer un artículo que se molesta en incluír las fuentes. Muchas gracias por escribirlo; lo comparto.
Iria Reguera Vigo dice
Muchísimas gracias a ti por leerlo y por compartir tu opinión con nosotros.
Un saludo,
Iria
Vitali dice
Exelente, te felicito por tratar de ver mas allá de lo que las radicales quieren vendernos. Como dices:
«Polarizaciones y discusiones estériles que no nos llevan a ninguna parte. Los roles masculinos y femeninos pueden ser modificados, y esta es una tarea que podemos emprender todos –hombres y mujeres – juntos, porque seremos ambos los beneficiados.»
Huevo dice
Los hombres no somos el sexo privilegiado, no somos un grupo que gocemos de prerrogativas por ser hombres, somos tan diferentes que no puede considerársenos un grupo diferenciado de estudio.
A parte de sus rasgos genitales, ¿qué tienen que ver ese 70% de personas con problemas de drogas con el 1% de empresarios?
¿En serio vais a decir a los familiares de ese 70% de suicidas que el problema de aquellos hombres es que no supieron aprovechar sus privilegios?
Decís que los hombres necesitan poder mostrar su ternura y exponer sus preocupaciones… ¿pero cómo van a hacerlo mientras les consideréis opresores? ¿de qué vale mostrar tus debilidades a quien te considera parte del grupo opresor? ¿para qué contar tus problemas si la única ayuda que vas a recibir es que te digan que otros están peor y que te esperes a que otros se empoderen?
Los hombres necesitan ayuda, necesitan que se les tienda una mano y se les escuche; lo que no necesitan es que se les diga que hablen cuando nadie los va a escuchar.
Es cierto que tanto hombres como mujeres deberíamos emprender esta tarea juntos, pero tenemos que establecer el diálogo desde el principio; sin dogmas, sin culpabilizaciones, sin generalizaciones.
Mientras asumamos que son los hombres los que oprimen a las mujeres, que los problemas de los hombres son solo la cara oscura de sus privilegios, mientras nos empeñemos en esta guerra de bandos y no en escuchar lo que cada uno tiene que decir sin obcecarnos en quién oprime a quién… mientras no nos deshagamos de todas estas consignas, lo único que tendremos será una estúpida e inútil guerra de sexos.
Oscar David Guerrero dice
Iria, perdería tiempo respondiendo a todos los comentarios anteriores por lo que prefiero comentar directamente estas breves líneas. En primer lugar, es de resaltar la forma como buscas con este post resaltar la importancia de dejar a un lado las luchas individualizantes y agresivas en contra de figuras enemigas, para optar por una posición crítica que promueva una deconstruccion de los discursos actuales y una re apropición de nuestras sociedades e individualidades. Por otro lado, es importante mencionar que, una visión que promulga que el otro al que hay que vencer es el Hombre como figura opresora, es una visión anterior a los actuales estudios de genero(s) o incluso las mismas teorías Queer que buscan, mas allá de ubicar sus puntos de lucha en sujetos particulares, hacer nuevas construcciones políticas desde donde luchar por el logro de (no privilegios) sino alcance de derechos propios del hecho de ser humanos.
Anxo Dopico dice
Oscar, ¿realmente piensas que desvalorizar el artículo de Iria e informarle que no está al día es ganar el tiempo? ¿Podrías enlazar algún texto con un rigor semejante al artículo de Iria sobre las cosas que comentas? Gracias.
Sofia Vigo dice
Sinceramente me cuesta entender como algunos hombres pueden ver la busqueda de la igualdad en derechos sociales y laborales como un ataque hacia ellos. No se trata de desunir sino de unir. De mejorar para ambos sexos. No podemos cerrar los ojos antes cosas tan obvias como ciertas desigualdades muy bien reflejadas en lo que escribes. Por mucho que no nos gusten, las desigualdades existen y por ello no debemos posicionarnos en una actitud de «ale, todo lo que digas me enfurruña, me siento atacado». No se trata de eso, sino de buscar una igualdad para todos, para poder ser y sentirnos mejor.
Un abrazo Iria, me encanta lo que escribes
Xavier dice
Buenas tardes.
Me ha agradado tu artículo por valiente, equilibrado y con un claro afán de Justicia y Equidad sin histrionismos.
Ninguna condición asigna tan sólo por sí misma ventajas en ningún aspecto, todas aparejan inconvenientes contrapuestos y en cierto «equilibri natural».
Buscad la mejor condición de las posibles…y si hacéis un ejercicio de introspección y honestidad, veréis que existen también desventajas.
Muchas gracias por tu escrito y también por las importantes-en un sentido o en otro- aportaciones de los comentarios. Lo único que se construye desde la verdad única, son totalitarismos y dictaduras. Lo que nos enriquece es el debate vivo pero siempre exquisitamente respetuoso.
Saludos.
Guille LM dice
Lo que merece a mi entender un estudio psicológico riguroso, siendo yo lego en la materia, son las tópicas respuestas de hombres a cada artículo que se publica en Internet sobre el patriarcado.
Es curioso, porque es igual que el artículo se publique en un blog como éste al que (según veo) accede gente con cierta formación e interés científico, que en un muro de Facebook cualquiera.
Siempre, siempre, aparecen hombres ofendidos con su particular cantinela victimista del #notallmen
Particularmente estoy cansado de mi pertenencia al género masculino: «pues mi padre de toda la vida ha ayudado en casa». Mira, es que tu padre no tiene que ‘ayudar’, tiene que llevar la casa, porque sino convierte a tu madre en una esclava, como lo son la mayoría de mujeres de este mundo.
Y aún no son capaces de ver los privilegios en cada ámbito de la vida. ¿Privilegios? ¡Pero si nos suicidamos un montón! Pues mira, sí y no, porque las mujeres soportan mucho más sufrimiento que los hombres por una razón, la ética del cuidado.
No soy particularmente favorable de decirle al opresor que abolir sus privilegios le reportará beneficios. Abandonemos los cálculos económicos. Para que la mujer conquiste el espacio que le pertenece, es necesario que muchos, muchísimos, hombres abandonen ese espacio. Sí, el feminismo también exige hacer que el hombre calle y escuche en una esquina, aunque solo sea por una única vez en su vida.
El artículo me ha encantado Iria, todo sea dicho.
Y me encanta que algunos no hayan faltado a su cita con la rabieta. Me las voy a dar de psicólogo, porque me parece que simplemente están en la fase de la negación 😉
Adrián dice
«¡Pero si nos suicidamos un montón! Pues mira, sí y no, porque las mujeres soportan mucho más sufrimiento que los hombres por una razón, la ética del cuidado».
Ya. ¿Algún dato para sostener eso, o te lo inventas?
santi dice
Muy bien, pero ten cuidado. Justo los ejemplos que pones deja al hombre como opresor. Si te pones a generalizar que es el hombre el que genera el patriarcado caes en lo que este articulo supongo que quiere evitar. El patriarcado es una construcción social no de machos opresores, sino que viene heredada de cuando los hombres iban a casar y las mujeres embarazadas la mayor parte del tiempo recolectaban frutos y cuidaban a los niños. Eso es todo, el patriarcado es una herencia cultural que hay que romper, sin echarle la culpa al hombre ni a la mujer, son los roles que se asumieron y hasta el día de hoy se siguen transmitiendo de madres/padres a hijos/hijas. Tu ejemplo solo falla en poner claramente al que difunde el patriarcado como el macho, cuando se difunde tanto por hombres como mujeres,.
Ivan Miguel dice
gran articulo y necesario punto de vista. respondiendo como hombre sobre lo que supondria vivir en una sociedad no patriarcal supondria que sencillamente muchos elementos que actualmente nos benefician los perderiamos, pero los perderiamos porque es INJUSTO, supondria que yo cobraria algo menos, pero que mi mujer, hermana e hijas cobrarian mas (de hecho en caso de compartir sector y puesto, cobrariamos lo mismo) Supondria que tendriamos personajes mas interesantes en las ficciones y en la realidad, al no tener ninguno de ellos que someterse a un plano modelo (y no hablo solo de mujeres, hablo tambien de hombres aunque a nosotros se nos ha dado mas prerrogativa en eso, adivinad porque) Supondria que hombres y mujeres tendrian derecho al mismo tiempo de baja por m/paternidad pero tambien que el hombre no estaria «ayudando» sino haciendo sus tareas. Que yo seria un poco menos oido y cinco mujetres a mi alrededor serian mas oidas, que nos acostambrariamos a oir de grandes figuras sin imaginarnoslos sin corbata. Np seria perder derechos, seria devolver lo que tomamos de mas. No seria perder derechos, es como comentaba guille, ganar en justicia para todos.
Claudio dice
Eso nunca pasará, por la condición natural del hombre, y el capitalismo lo que requiere es mano de obra que genere productividad. El patriarcal en la actualidad genera más privilegios en la mujer que en los hombres; desde el momento en el que nos enfrascamos en la lucha de poderes entre el hombre y la mujer, los sistemas del mundo se han colapsado en todos los aspectos desde los sistemas del estado implementado para el control social, hasta los sistemas de convivencia social, y los más afectados son los niños que crecen educados por un celular o por una televisión. Saludos a todos.
NOTA. la creación de todo lo que existe en el mundo, de lo que hoy disfrutamos por ambas partes, es hecho por el hombre, bajo razonamientos y experiencias de ellos mismos.
Lluís Pérez dice
Hola Iría,
Tu artículo me ha parecido muy interesante y coincido en casi todo. Me exaspera el discurso bastante frecuente del macho perverso y dominante.
Creo que la relación entre sexos viene determinada por contextos sociales concretos y es variable; considerar el patriarcado como algo inamovible no lleva a nada útil.
Es un tema complejo pero las posiciones simplistas no llevan a nada
Enhorabuena
Gloria Peralta dice
Este es un artículo súper interesante para mí que llevo 12 años trabajando con mujeres maltratadas por sus parejas o exparejas.
Cuando inicie mi trabajo y comencé a dar apoyo a esas mujeres con sus niñas y niños víctimas de maltrato pues tuve que a su vez comenzar a leer acerca del tema para conocer mejor la problemática.
Me tuve que ir muy lejos leyendo para encontrar el meollo del asunto y esto me llevo a encontrar como crían y educan a las niñas y a los niños en diferentes culturas pero especialmente en culturas latinas como especialmente la mía. Pude comprender que nacemos hembras y varones y que es la cultura, la familia, la educación, la sociedad, la iglesia y todo lo que es agentes socializantes las que cambian todo atribuyéndoles atributos, características y roles a los sexos. Y mencionare un ejemplo de mi campo: Si la señora (vieja) así se le nombra pero no de manera despectiva, es cuestión del uso del lenguaje coloquial del campo, le decía al niño, ven a fregar que tu hermana esta juntando el fogón(es el lugar donde se cuecen los alimentos) el señor(viejo) también se le nombra, escuchaba y corregía a la señora ( su esposa) diciéndole. No, el muchacho no va a hacer eso, que lo haga la muchacha, esas son cosas de mujeres. Esto por poner un ejemplo.
Entonces, de esta forma y tantas otras que no sería posible compartir, pero que son vivencias hicieron y continúan haciendo del varón un macho con poder y les convierte en un hombre que a su vez debe ostentar fuerza, independencia, autonomía y me le castran sus emociones que les hacen no entender que es un ser humano con debilidades y fortalezas, que lo único que lo diferencia de la hembra es el aparto sexual reproductor.
Esta situación ha llevado al hombre por el hombre a no cuidarse su salud, a no saber que puede tener cáncer de mama, a no cuidarse sus genitales y especialmente a tener miedo de examinarse su próstata. Muere más rápido porque no les enseñan que él también se enferma.
Son tantas cosas que le suceden al varón y que él solo ve las ventajas de mejor empleo, mejor , mejor posición política, mas libertad para todo( sexual), la sociedad le permite tener más de una pareja( no quiero de manera particular que la mujer tenga mas de una pareja si esta debidamente casada, quiero respeto mutuo).
Vi que era necesario trabajar con los varones. Pero no me fue posible por mi cultura y sociedad.
Es una problemática en la cual hemos perdido ambos, y no es solo patriarcado es machismo.
Cuanto me gustaría conversar de manera personal en una conversación constructiva.
Gracias.
santi dice
Muy bien, pero ten cuidado. Justo el ejemplo que pones deja al hombre como opresor, cuando muchas veces la abuela es la que manda a la niña a cocinar, o le enseña a cocinar. Si te pones a generalizar que es el hombre el que genera el patriarcado caes en lo que este articulo supongo que quiere evitar. El patriarcado es una construcción social no de machos opresores, sino que viene heredada de cuando los hombres iban a casar y las mujeres embarazadas la mayor parte del tiempo recolectaban frutos y cuidaban a los niños. Eso es todo, el patriarcado es una herencia cultural que hay que romper, sin echarle la culpa al hombre ni a la mujer, son los roles que se asumieron y hasta el día de hoy se siguen transmitiendo de madres/padres a hijos/hijas. Tu ejemplo solo falla en poner claramente al que difunde el patriarcado como el macho, cuando se difunde tanto por hombres como mujeres,.
Alex Martín dice
Enhorabuena por la sutileza demostrada. Sin duda, como mujer «perjudicada» que así se siente, pero además sientes que los hombres también lo estamos, y crees que no somos ni culpables, ni demonios de lo que nos han «vendido» a unas y otros. Te doy mi más sincera enhorabuena. Este es el primer post feminista, que habla además, de las enormes brechas hacia la mujer, de las huellas dejadas al hombre que yo he sufrido y sigo sufriendo al día de hoy. Las estoy trabajando por supuesto.
Me gustaría poder hacer mucho más por mis hermanas, las mujeres; mamá, tías, pareja, ex-parejas, sobrinas, amigas, humanidad, pues está compuesta por personas de ambos sexos y tenemos el deber de hacernos llegar y no alejarnos más. Que nuestros antepasados lo hayan hecho «como hayan podido», no quiere decir que no tengamos los suficiente medios para, al menos, pensar que sí podemos cambiar algunas cosas. Y cambiemos algunas palabras; dejemos de luchar por mejorar.
Gracias amiga por compartir.
Alex Martín dice
Ahora que he leído el comentario de Gloria Peralta Says. Te respondo que yo llevo muchos años trabajando en eso que dices que a ti no te han dejado trabajar en tu país. Y acepto esa conversación. Creo que es extremadamente interesante y realmente importantísima que se empiece a tomar en cuenta, lo que bien comunicas entre otras cosas y que está afectando tanto al hombre y repercute directamente en la mujer.
Víctor dice
Muchas gracias por hacer tan gran trabajo.
fernando dice
Hola Iría, muy bueno tu post, me gusta porque aporta al debate, en vez de huir de este. Según las estadísticas mundiales, y de mi país, hay más asesinatos de varones, más varones caen en la delincuencia y el 96% de los presos lo son, la mayoría abrumadora de suicidios, el 90% de quienes viven en la calle, la mayor cantidad de muertes laborales, etc, etc.
Pilar dice
Hola, Iria
Me parece muy interesante que desde la psicología haya interés en la perspectiva de género. Y por este mismo interés que planteas en tu artículo me gustaría compartir contigo una reflexión sobre el título: ¿Por qué asumes que el feminismo no cuenta con los hombres? Planteo esta pregunta con sencillez, sin ironía.
Simplemente, a veces escucho cosas similares (como ¿por qué las feministas no se ocupan de tal o de cual asunto?) y hago la suposición de que en realidad quienes lo plantean no tienen conocimientos de feminismo. Y tu disciplina, la psicología social y comunitaria, la veo más conectada con los estudios de género.
Elisa dice
Cuando tenía ocho años, viniendo del colegio con otras niñas y madres, una Sra. nos preguntó qué queríamos ser de mayores, y yo contesté que abogado – entonces la terminología » abogada «, no era utilizada. Entonces la Sra. se rió y dijo » Huy !!!! , abogado , con que llegues a secretaría de abogado, ya será mucho … «.
Aquello, me produjo un » click » mental, y recuerdo que pensé , » porque dice eso ? «.
Me empecé a fijar – porque se ponía en peligro el conseguír llegar a ser, aquello, que yo siempre había querido ser – y al cabo de unos años, sobre 11/12, cayó en mis manos un libro de Martín Vigil, » Un sexo llamado débil «, de ahí comencé a tirar del hilo y leí los libros de Simone de Beauvoir, » El segundo sexo «, a los 15 años, ya tenía una opinión formada al respecto y básicamente consiste en algo parecido a lo que se explica en este artículo Iría, que resumido era que, lo que hace la sociedad con las mujeres es malo, pero lo que hace con los hombres, es peor, a las mujeres les quita su autoconfianza, pero a los hombres les quita su humanidad. Esa era mi opinión, no sabiendo demasiado, observando, preguntando, leyendo, no creo que más de 10/15 libros sobre el tema.
Después, he leído mucho más y mi opinión es más matizada, pero la idea básica es esa. Y pienso, que a todos, hombres y mujeres, el encorsetarnos dentro de un papel, nos hace sufrir.
Y bueno, en 2019, cumplo 25 años de abogada, dura profesión, pero muy gratificante, siempre vivida desde el compromiso conmigo y con mis clientes – que algunos ya son hijos de ….. je je -. Y en este camino, me han ayudado tanto hombres como mujeres.
Felicidades por tu artículo Iría.
omar dice
No veo privilegio alguno por ser hombre, al contrario somos los proveedores económicos, responsables de la familia y desde luego quienes salvaguardamos la integridad física de la esposa y los hijos, nos esforzamos para ganar dinero, enfrentamos enormes problemas desde que salimos a trabajar muy temprano, y no bajamos la guardia durante el día, así nos duela la muela, tengamos gripa o nos duelan los riñones, en el caminos a casa sorteamos miles de peligros desde un accidente, un asalto o una riña en el transporte público, llegamos a casa molidos y recibimos quejas de la esposa, de los hijos, etc., En mi caso trabajo de forma intelectual , pero solo preguntenle a un trabajador manual, de la construcción, un operario de montacargas, un bodeguero, un tahonero, etc., no se nos puede decir que tenemos privilegios, si es así con gusto les cedemos el trabajo y nosotros nos quedamos en casa.
Elver Gómez Torva dice
Patriarcado… pero que boludez más boluda.
Mi hermana gana más dinero que yo, trabajan desde casa, 3 horas al día y vive super; mi esposa gana casi tres veces lo que yo hago en un mes (en control de calidad de productos de belleza) y a mí no me contratan en donde ella trabaja porque debo tener conocimientos en programación (que no se para que demonios, una empresa de artículos relacionados con la belleza, necesita un programador pero, estudiando actualmente).
En conclusión, eres débil de mente y te falta motivación. Si quieres ganar más dinero, estudia y trabaja fuerte; si no te dan el puesto de gerente, crea una idea revolucionaria y crea tu propia empresa y así… yo no entiendo de verdad, cuáles son esos privilegios que tengo por ser hombre, tirar pedos y orinar al mismo tiempo, estar presentable en solo 10 minutos, comer desaforadamente un steak de 2 kilos y no morir… Estudia, superarte, sal de la muchedumbre, realiza algo que te haga ver cómo la chica genial que eres, toooooodas las mujeres y todos los hombres tenemos un talento y solo nosotros lo conocernos, no se trata de cambiar el diccionario o hace ver superioridad donde no la hay, lo que hay es que debes convencerte de que debes y puedes lograrlo… voy a terminar diciendo lo siguiente, «tu futuro no está escrito aún, cada quien se construye el suyo…» Dr. Emmett Brown de Back to the future
Maru dice
ETIMOLOGIA DE LA PALABRA PATRIARCADO: PODER DEL PADRE. Está demás decir, que el mundo se organiza colocando al hombre y lo vinculado a la masculinidad, por sobre la mujer (u otras identidades sexuales), lxs niñxs. En una relación de dominación.
«El Patriarcado puede ser considerado como un sistema, y en tanto tal, tiende a reestructurarse a través de las mutaciones social-históricas, manteniendo sus características básicas (…)
El sentido literal del término se refiere al poder de los padres, y con esto alude a que han sido los varones mayores quienes ejercieron dominio sobre las mujeres, los niños, los jóvenes y sobre aquellos hombres que no pudieron calificar para integrar los estamentos dominantes de la masculinidad social. Susana Gamba (2007) nos recuerda que Celia Amorós (1985) plantea que a partir de la Modernidad es posible describir un pacto masculino entre pares, coligados para ejercer dominio sobre todas las mujeres. La autoridad antes omnímoda del pater familias se delega entonces en el Estado, institución que, desde este punto de vista, no representa al conjunto social, sino que expresa el poder de los varones, del cual es heredero.
La dominación patriarcal manifiesta el carácter jerárquico de las estructuras sociales humanas, que algunos sueñan como igualitarias pero que, hasta el momento, han presentado siempre alguna modalidad de estratificación. Si bien el dominio masculino no es ejercido por todos los varones con similar intensidad, existe un rédito obtenido aún por los varones que Robert Connell (1996) ha clasificado como subordinados, por el solo hecho de ser hombres.
De modo que “patriarcado” es un término que enfatiza el carácter asimétrico de las jerarquías sociales basadas en el sexo, mientras que “dominación masculina” alude al hecho de que la pertenencia al género masculino implica ventajas, más allá de que cada varón logre o no, efectivizar los desempeños requeridos para integrar el género dominante»…
https://www.topia.com.ar/articulos/vitalidad-del-patriarcado
ANABEL PARCERO dice
Cuando aceptemos que entre mujeres y hombres hay diferencias, y que debemos complementarnos el uno al otro entonces dejaremos de perder el tiempo con tanta paja..
Mel R dice
(No meteré citas y bibliografía para no hacer pesado el comentario pero es fácil encontrar con palabras clave)
Dentro del feminismo hay varias corrientes, se comprenderá que hay posturas radicales que pueden resultar desconcertantes. También tenemos a personas que se autonombran feministas y que son sumamente radicales y hasta violentas también. Pero si se advierte que hay personas que se dicen antifeministas, derechistas o izquierdistas, creyentes o ateas, con personalidades violentas y personalidades rotas por la violencia, podemos entender que una ideología que busca la equidad no tiene la culpa de que algunas partidarias culpen a los hombres y los llamen opresores.
Como ya lo mencionas, ellos también son sujetos de condicionamiento social. El feminismo nunca culpó a los hombres sino que pone en el banquillo del acusado al sistema patriarcal. En general, es desde el Feminismo que se ha advertido que el patriarcado, en realidad, al final beneficia solamente a un sector reducido de los hombres y a un sector muchísimo más reducido de mujeres. Es el mismo sistema, a nivel macro, del colonialismo. El Tercer Mundo fue creado por el colonialismo europeo y Europa basa su sistemas de bienestar en la mano de obra barata en las ex-colonias y en la posibilidad de comprar gobiernos para instalar su industria contaminante en las mismas. Yo ya no sé si llamarlo patriarcado pero de algún modo tenemos que nombrar a un sistema de poderes muy estratificados, en donde la cumbre del poder está en manos de los hombres caucásicos decendientes de familias que muchas generaciones atrás lograron acumular gran cantidad de tierras y metales preciosos.
Ni siquiera Karl Marx advirtió que en el patriarcado, se explota sin paga el trabajo doméstico de las mujeres, para poder disponer de tiempo completo y con una paga menor al trabajador. Aún los puestos medios perciben por salario, en promedio en mi país (siendo una economía subordinada), un 30% del valor real estimado para la fuerza de trabajo. Es decir que, el patriarcado, para poder explotar al trabajador (ahora también trabajadoras) da valor 0 las tareas consideradas femeninas aunque, en realidad, se conviertan en altas utilidades para la empresa. Entonces se tratará de conservar este esquema. Si ves a una familia como una célula económica, a final de cuentas, esto se convierte en un abismo de clases, ya que el patrón de enajenación de la fuerza de trabajo se repetirá generación tras generación por lo que las familias se moverán poco de su nivel de ingresos. En la actualidad es más probable en las clases media y baja la disminución de ingresos de una generación a otra, que el aumento. Todo el conjunto de formas de discriminación: racial, de clase, de género, contra discapacitados y gente del campo, por mencionar algunos, tienen que ver con la estructura productiva dentro del patriarcado. Sólo hay que observar el porcentaje de pobreza en el mundo para darse cuenta de que, en los escalafones medios-bajos y bajos, ni a los hombres beneficia realmente el patriarcado.
Perdón si la idea resultó mal explicado. Ya es algo tarde para mí
Nahomi dice
Imagina si teniendo la ventaja no eres feliz imagínate siendo mujer aparte d lo infeliz q ya eres por cuenta propia gozando d menos poder a espera q cualquiera t quiera ASER daño solo por ser más débil
Es sumamente más difícil
Imagina una persona q abusa d un animal ese es el hombre el animal es la mujer q por falta d todo tendrá q sobrevivir como pueda ante este destino
ingunn dice
Aburre ya tanto macho ofendido buscando artículos feministas para intentar desmontar a la persona, sobretodo si es mujer, que lo ha redactado. ¿Tienen miedo? , ¿no saben empatizar? o ¿són simplemente egoístas y retorcidos? pues no lo sé, que se paguen ellos el psicólogo para que descubran cuales sin sus motivos para pensar y reaccionar cómo si les quisieran quitar algo, que les hace falta. Hoy en día quienes no quiera reconocer, lo digo por toda a información que hay en todos los medios, que ser hombre ES UNA VENTAJA (social, cultural pero una gran mentira natural) , y más si eres blanco, simplemente es machista o no sabe leer, analizar o entender lo que dice un texto.
Los estudios, la estadística nos dice que el mayor miedo de una mujer es que un hombre la viole y la mate, y el de un hombre que se rían de él. Cómo veis hay una diferencia abismal entre los miedos de un sexo frente al otro.
Siempre nos han querido vender la moto de que SOMOS DIFERENTES, hasta tal punto que nos han hecho creer que no somos ni de la misma especie. Les encanta que les engañen diciendo que es natural que el macho domine, pero la realidad es otra…y resulta que la naturaleza es la FEMINAZI (cómo a ellos les gusta tano el termino…)más grande de la historia. En la naturaleza el macho es el que debe ser el más guapo y más fuerte, el que lo tiene peor para sobrevivir si tiene alguna tara. No hay «hembras» para todos como les ha vendido el patriarcado a los machos homo sapiens sapiens. El león no és el rey de la selva sólo es una «miss» un objeto bonito que utilizan las leonas para tener hijos y disuadir a posibles hostiles. Pero cuando haga algo mal lo van a apalear, o cuando llegue un macho más joven y bonito será destituido. Otra mentira salvaje: las lobas no pueden ser alfas. Las lobas también son alfas y no por ser la compañera privilegiada del macho alfa, sino que ellas son las jefas del clan y tienen varios machos bajo su dominio. Pero que se puede esperar de una especie que todo lo que ha estudiado y observado ha sido desde el punto de vista machista y masculino , vetando a las mujeres el poder estudiar o dedicarse a algo que no sea parir y el cuidado de su amo, de que lo masculino debe dominar a lo femenino..lógicamente sus mentes les negaba la realidad…
Y hoy en día la arqueología y antropología nos esta revelando que el hombre prehistórico no era ni la mitad de machista que el hombre actual. La mujer en la prehistoria tenía un papel importante, es más todos hacían de todo. Las mujeres cazaban, hacía cerámica, herramientas, tenían un papel importante en la religión, pintaban (muchas de las pinturas rupestres eran hechas por mujeres) y los hombres también cuidaban de los niños. Pero llegó la edad de bronce y la agricultura y se empezó a ver a la mujer como un objeto para dar beneficios (hijos, motivos para incentivar a los hombres a ir a la guerra, dinero vendiéndola para ser violada …).
Cuando hombres y mujeres seamos iguales totalmente entonces nos daremos cuenta de que no hay tantas diferencias entre un sexo y otro. Al fin y al cabo no somos «especiales» somos un mamífero más y no es natural que uno de los dos géneros intente oprimir al otro.
SERGIO dice
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Usted vive en una utopía, ignorando las diferencias biológicas, neurológicas, psicológicas, innatas entre cada sexo.