Vagabundo, indigente, errante, sin hogar, nómada, transeúnte, y un largo etc. Distintas palabras para, con matices, definir la misma situación. Actualmente, en el ámbito académico, lo correcto es denominarlos «sintecho» y con una simple búsqueda en Google encontramos varias definiciones sobre dicho término:
La Wikipedia indica que un sintecho es «aquella persona, menor o adulto y de cualquiera de ambos sexos, que carece de un lugar permanente para residir y se ve obligada a vivir a la intemperie, ya sea en la calle, en los portales de viviendas o temporalmente en albergues, a causa de una ruptura encadenada, brusca y traumática de sus lazos familiares, sociales y laborales». La RAE, mucho más escueta, lo define como «una persona que carece de vivienda y, generalmente, de cualquier medio de vida». Definiciones sencillas para una situación compleja, porque, en realidad, ¿qué sabemos sobre ellos? ¿cuántos son? ¿cuáles son sus características? ¿cómo han llegado a esa situación?
Los sintecho en España
En 2002 el INE estimaba que había entre 15.600 y 20.600 personas sin hogar en España. Esta cifra sube hasta las 22.938 personas sin hogar atendidas en centros asistenciales, de alojamiento y restauración en 2012 (INE, 2012). Estos son los datos oficiales, pero otros datos, como los de Cáritas de 2015, o los de la Fundación Rais, refieren que hay entre 30.000 y 40.000 personas sintecho en España.
El perfil de las personas sin hogar, en nuestro país, según la encuesta del INE de 2012 que antes hemos mencionado, sería el siguiente:
– El 80,3 % son hombres.
– El 54,2% son españoles.
– El 57,7% tiene menos de 45 años.
– La mitad de las personas sin hogar tienen hijos.
– El 60,3 % ha alcanzado un nivel de secundaria en su educación, mientras que el 5,7% indica no tener estudios.
– Un 77, 8% no tiene trabajo y el 52,1% declara estar buscándolo.
– El 62,7% indica no consumir drogas, mientras que el 37, 3 refiere haberlo hecho alguna vez.
Entre los motivos de haberse quedado sin hogar, el 45,0% indica que se debió a haber perdido el trabajo, mientras que el 20, 9% indica que fue debido a una separación de su pareja.
Y en cuanto a los lugares más habituales para pernoctar son los siguientes por orden de incidencia: albergues o residencias (43,2%), pisos o pensiones facilitados por ONGs (20,8%), espacios públicos (14,9%), alojamientos de fortuna (12,8%), pisos ocupados (7,6%), centros de acogida a mujeres maltratadas (0,5%) y centros de ayuda al refugiado (0,2%).
Oficialmente, en 2012, había 22.938 personas sintecho en España. Existen múltiples asociaciones, instituciones de beneficencia, instituciones públicas y ONG´s que entre sus proyectos cuentan con programas para la intervención con personas sin hogar. Según el El Departamento de Asuntos Sociales, Familia y Juventud del Gobierno de Navarra, que encargó la elaboración del II Plan de Lucha contra la Exclusión Social al Grupo de investigación ALTER del Departamento de Trabajo Social de la Universidad Pública de Navarra, estos programas tienen en su mayoría las siguientes fases: toma de contacto, recuperación personal, capacitación/formación, inserción económica, vida autónoma y reducción de daño.
En España hay varias asociaciones ocupadas de la intervención con personas sin hogar (Rais Fundación, Cruz Roja, y un largo etcétera). Entre ellos, Cáritas dispone en su página web de un programa detallado de intervención, lo que ellos denominan el itinerario de actuación, que cumple con los puntos mencionados por El Departamento de Asuntos Sociales, Familia y Juventud del Gobierno de Navarra:
– Acogida: se realiza un primer diagnóstico social y se deriva a la persona al recurso más apropiado.
- Proceso de recuperación personal: se busca que el usuario descubra nuevos estilos de vida que le permitan o faciliten la integración social. Con cada usuario, dependiendo de sus necesidades, se incide en diferentes aspectos.
- Capacitación profesional: se trabaja la adquisición de habilidades o capacidades que les faciliten la entrada en el mercado laboral.
- Inserción laboral: coordinación con otros programas de manera que se facilite la inclusión social y se aumente la empleabilidad.
- Vida autónoma: se ayuda en el desarrollo de capacidades personales y sociales, buscando que el propio usuario asuma un papel protagonista en el proceso.
Este es tan solo un ejemplo del tipo de programa que se está llevando a cabo en España con las personas sin hogar, pero los psicólogos también tenemos, y esto es una opinión personal, no sólo la capacidad, sino la obligación de aportar nuestros conocimientos a la prevención e intervención en una problemática tan sensible como esta. La pregunta, entonces, es: ¿qué puede hacer la psicología al respecto? Para responder a esta pregunta la asociación americana de psicología (APA por sus siglas en inglés) ha publicado recientemente una guía de actuación para psicólogos en el trabajo de prevención e intervención con personas sintecho o en riesgo de estarlo. Esta guía ofrece recomendaciones para las áreas de investigación, actuación y apoyo a otros servicios.
Prevención e intervención
En la tarea de prevención e intervención para el trabajo con personas sin hogar se anima a los investigadores a cumplir con lo siguiente:
- Realizar esfuerzos directos de investigación para prevenir que la población marginalizada y vulnerable llegue a encontrarse en situación de sin hogar.
- Diseñar intervenciones basadas en evidencias para trabajar con aquellas personas que ya se encuentran en dicha situación.
- Participar en la evaluación de programas para población vulnerable, que pongan el foco en los mecanismos necesarios para buscar un rápido regreso a la disposición de un hogar y métodos para sostener esta situación a largo plazo.
- Conducir investigaciones sobre la utilización de servicios entre la población con enfermedades mentales crónicas que estén riesgo de quedarse sin hogar.
– Investigar métodos para promover la resiliencia en población de riesgo, incluyendo niños y jóvenes.
Las recomendaciones para la práctica y actuación en el trabajo con personas sin hogar son las siguientes:
- Proporcionar servicios clínicos y de evaluación, basados en fortalezas, a la población sintecho o en riesgo de estarlo.
- Maximizar la utilización de servicios clínicos y de evaluación poniéndolos a su disposición en entornos accesibles para ellos y en horarios que reflejen las necesidades de las poblaciones concretas con las que trabajamos.
- Crear colaboraciones significativas entre psicólogos, trabajadores sociales, coordinadores de caso, personal médico, profesores, escuelas, etc. para ofrecer un apoyo multifactorial a las necesidades de los individuos en riesgo de quedarse sin hogar o que en este momento ya estén sufriendo dicha situación.
En cuanto a las tareas a llevar a cabo para dar apoyo a otros servicios y prevenir un incremento en el número de personas sin hogar, se recomienda que los psicólogos trabajan a niveles estatales y locales para:
- Abogar por una legislación que financie viviendas de apoyo y viviendas para población con bajos ingresos en zonas urbanas y en zonas suburbanas y rurales.
- Abogar por una legislación que proporcione una gama de servicios necesarios, incluyendo servicios de salud mental para familias en riesgo, jóvenes no acompañados y niños y adultos con discapacidades.
- Abogar por la búsqueda de financiación para servicios de asesoramiento dirigidos, educación y oportunidades de trabajo para jóvenes en situación de acogida (familiar o en residencias) y servicios de transición para aquellos que regresan a su hogar o comunidad de origen.
- Abogar por un incremento en el número de tratamientos de abuso de substancias y alcohol disponibles para la población vulnerable.
- Abogar por una cobertura sanitaria para aquellas personas que no tienen hogar o que están en riesgo de perderla permanentemente.
- Abogar por la educación y la formación profesional y por programas de atención diurna y extra escolares para familias en situación de pobreza.
- Abogar desde una base individual por las personas que necesitan servicios , incluida la vivienda de bajos ingresos, ingresos suplementarios, los alimentos, etc.
Si tenemos en cuenta las indicaciones de la APA, vemos que los programas que hasta ahora se están llevando a cabo con personas sintecho cumplen con algunas de las recomendaciones, pero están lejos de cumplir con todas. En esta tarea es donde los psicólogos debemos hacernos cargo de nuestra responsabilidad, tratando de dar el mejor servicio posible, a las 22.938 personas -30.000 o 40.000, si tenemos en cuenta otros datos- que pueden beneficiarse de nuestra labor.
Imagen: Pixabay
Manuel León López dice
Alguien ha caido en el pequeño detalle que el 80,3 % de los «Sin Techo» son población masculina; ¿cuantos informativos, telediarios, periódicos abririan con la noticia si el caso fuese el femenino?, ¿qué dicen a esto las expertas de género?..algo en todo el discurso de la «yihad feministoide» no encaja; pero claro, hay mucho dinero e intereses en juego.
Iria Reguera Vigo dice
Hola, Manuel:
En respuesta a tu comentario, los datos parecen indicar que la pobreza tiene una mayor incidencia en mujeres y niños, siendo estos el colectivo más vulnerable.
Sin embargo, parece ser que las mujeres hacen un mayor uso de viviendas precarias o del apoyo de redes informales (familiares, amigos, etc.) que lo hombres por lo que influye en constituyan un menor número de personas sin hogar.
Un saludo,
Iria
Andrea Rodriguez dice
Querido Manuel, igual estaría bien reflexionar sobre si a lo mejor los hombres os veis perjudicados también en parte por el machismo y el rol que os obliga a representar (líderes económicos de la familia, responsables del bienestar de la misma o fracasados) y de si el feminismo y la lucha por la igualdad, también ayudaría a reducir estos casos. No soy ninguna experta de género, pero apuesto a que un hombre como tú me clasificaría como feminazi. Una pena. Solo aspiro (como todxs lxs feministas) a no ser un colectivo discriminado.
Tere dice
Hola chicos , soy de Vigo y me gustaría saber dónde debo buscar ayuda para un sin techo??? Hoy me quede muerta … Al lado de mi casa hay una casa en ruinas sin puertas , ventanas ni techo . Y dentro de ella hay un senhor de más o menos unos 70 años abandonado … Le prepare un parto de comida y entre en l «casa» . Él senhor estaba temblando de frío tapado con unas mayas en el medio de vasura tierra etc… Un horror … Mi pregunta es ??? Donde puedo pedir ayuda para ese ser humano ?????
Iria Reguera Vigo dice
Buenos días, Tere.
Mi recomendación es que acudas a Cruz Roja o a Cáritas a informarte. Probablemente ellos puedan orientarte algo mejor. Existen albergues y comedores sociales en Vigo para las personas sin hogar, pero normalmente quien quiera dormir en un albergue tiene que ir a apuntarse antes y debe cumplir ciertas normas, como no haber consumido alcohol u otro estupefaciente, entre otras.
He encontrado dos comedores sociales en Vigo: Comedor misioneras del silencio (https://15mpedia.org/wiki/Comedor_Misioneras_del_Silencio) y Comedor de la Esperanza (https://15mpedia.org/wiki/Comedor_de_La_Esperanza) tal vez allí puedan informarte mejor.
Un saludo y ánimo.
Iria